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No tengo ni uno. Pobreza máxima

agosto 1, 2011

Día sábado a medianoche Después de trabajar y llegar a mi departamento medio reventado desde el trabajo (no me pregunten porqué tengo que trabajar los sábados), me doy cuenta que para variar se me olvidó ir a comprar algo antes de llegar. La última vez que fui a un supermercado fue para el cumpleaños del Pedro, y eso fue hace dos semanas. .

¿Donde pillo un lugar donde comer?. Encontrar un delivery de comida debiese ser tarea fácil, pero no lo es. No solamente por lo muy complicado que es hallar el telefono, sino porque la mayor parte atiende en horarios absurdos en los que podría hallar miles de lugares abiertos en donde comer.

Vivo en un departamento en las Condes. Encontrar alguna persona que venda comida a domicilio debería ser fácil, pero por algún motivo mágico y misterioso, no lo es.Los unicos que atienden de inmediato son los locales de sushi. que me encanta pero es demasiado caro para mi presupuesto, que está más escuálido que niñito somalí.

No había más remedio que ir a comprar algo no más. Me dio flojera llegar más lejos que la bomba de bencina de la cuadra siguiente. Me compré tres snickers (sí, tres!) y una bebida de litro y medio. No tenía plata para comprar nada más. Al otro día, estaba famélico. De haber tenido plata, hubiese ido a desayunar por ahí, sin embargo no tenía plata ni para hacer cantar a un ciego. Muy a mi pesar me di cuenta que tenía que llamar a mi madre querida y hacerme el gil preguntándole si me invitaba a comer a la casa. Se hizo la difícil un poco (hey, eres mi madre, como puedes negarme el alimento!), . Me dijo que bueno, y me esperó con un plato enorme de porotos. Gracias mamá!.

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